VIDEO. "Estoy desorientado": Stéphane Winkel, un emprendedor de criptomonedas cuya esposa fue secuestrada en plena calle en Bruselas, habla de una vida que dio un vuelco.

Tras el brutal secuestro de su esposa en Bruselas en diciembre por una banda especializada en el secuestro de empresarios de criptomonedas, Stéphane Winkel relata una vida cotidiana perturbada, entre el miedo constante, el trauma y la falta de cooperación judicial ante una serie de ataques selectivos.
Este texto es un fragmento de la transcripción del informe anterior. Haga clic en el vídeo para verlo completo.
Es la historia de un hombre siempre alerta. "Me siento menos cómodo que antes. Siempre tengo mucho cuidado por dónde voy y estoy atento a todo lo que me rodea. Presto atención a las matrículas, a las furgonetas. Antes, creía ser completamente libre. Ahora sé que ya no lo soy", confiesa Stéphane Winkel. Fue en un apartamento alquilado para la ocasión en Bruselas donde France Télévisions conoció a este magnate de las criptomonedas. Su familia fue víctima, poco antes de la Navidad de 2024, de una banda ultraviolenta: franceses especializados en el secuestro de emprendedores de criptomonedas .
En diciembre, mientras estaba en su casa en una zona residencial de Bruselas, oyó a mujeres gritar. Afuera, una furgoneta. "Salió a toda velocidad. Logré abrir la puerta. Pero me encontré en el suelo. Al caer, vi el zapato de mi esposa justo delante de mí. Y entonces comprendí que no era una persona común y corriente la que había sido secuestrada, sino mi esposa. Y entonces, el mundo se derrumbó. Fue un agujero negro, un latido. Por unos segundos, me quedé inconsciente", relata. Los secuestradores contactaron entonces al empresario y le exigieron 10 millones de euros, amenazando a toda su familia. Perseguidos por la policía, los delincuentes terminaron su huida en una zanja, donde encontraron a la esposa herida, pero con vida. Costillas rotas, moretones por todas partes... Pero ella escapó de lo peor.
Stéphane Winkel no fue elegido al azar. Muy activo en redes sociales, presumía de su éxito con las criptomonedas. Una señal distintiva que bastó para que los delincuentes lo atacaran. Otros grandes nombres del sector también fueron atacados. David Balland, cofundador de Ledger, fue mutilado durante un secuestro. Las víctimas, mientras hablaban, se dieron cuenta rápidamente de que los métodos de los atacantes se solapaban: «Las mismas frases, las mismas cantidades exigidas, las mismas faltas de ortografía».
En primavera, un nuevo atentado sacudió París: la hija de otro magnate de las criptomonedas fue agredida en plena calle, y el vídeo del ataque circuló ampliamente. Para Stéphane Winkel, fue un nuevo trauma. Desde el ataque, la vida de la familia Winkel ha dado un vuelco. Entre la vigilancia constante y el miedo diario, el empresario ya no vive como antes. En julio, los atacantes de su esposa fueron condenados a doce años de prisión en Bélgica. El presunto autor intelectual de esta serie de secuestros ultraviolentos fue arrestado en Marruecos.
Para ver
Activa las notificaciones de franceinfo y no te pierdas ninguna noticia.
Puede cambiar de opinión en cualquier momento en la configuración de su navegador.
Francetvinfo